1 junio, 2020 Almacenamiento sostenible / Baterías de segunda vida / Economía circular / Noticias 0 Comentarios

El impulso de la segunda vida de baterías ayuda a desarrollar tejido industrial del sector nacional del almacenamiento

Uno de los compromisos más importantes asumidos por la Unión Europea es la transición energética hacia un modelo de producción y consumo energético más sostenible y libre de emisiones, principalmente basado en las energías renovables.

En línea con estos objetivos el Gobierno de España ha enviado a las Cortes el primer proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética con el que se aspira a alcanzar la neutralidad de emisiones a más tardar en 2050. Este proyecto incorpora distintas medidas entre las que se encuentra el reconocimiento de la figura del titular de almacenamiento como sujeto del sistema eléctrico:favoreciendo la implantación y el desarrollo de estas tecnologías, claves en la gestión de la demanda eléctrica y la seguridad de suministro en un sistema eléctrico 100% renovable. Se trata, además, de un segmento industrial en el que Europa, y España, aspiran a adquirir posiciones de liderazgo».

Dentro de las diferentes tecnologías de almacenamiento, las baterías de ion-litio se están imponiendo como principales candidatas para aplicaciones de movilidad y sistemas estacionarios, debido a su alta eficiencia, así como su energía y potencia específica. Uno de los principales retos del sector está en el desarrollo sostenible de estas soluciones de almacenamiento, de forma que su impacto en la transición energética sea lo más sostenible posible. No sólo desde el punto de vista ambiental, si no también atendiendo al componente social y económico.

Hay diferentes estudios que evalúan el impacto en emisiones de CO2 por la fabricación de baterías de ion-litio nuevas. Desde el IVL Swedish Environmental Research Institute, estiman que la fabricación de una batería nueva puede generar en estos momentos entre 150 y 200 kg CO2-eq por kWh, y que este ratio puede llegar a reducirse más de un 50% si el mix energético con el que se fabrican las baterías fuera completamente renovable.

En BeePlanet somos pioneros en el desarrollo de sistemas de almacenamiento a partir de baterías de segunda vida provenientes de vehículos eléctricos, ofreciendo un enfoque diferencial alineado con la economía circular. Reutilizamos las baterías del sector de la automoción para su aplicación en sistemas estacionarios.

El proceso de reutilización de estas baterías debe ser igualmente sostenible, fomentando una cadena de suministro de proximidad, generando empleo y actividad económica, y reduciendo el impacto ambiental durante el proceso. Según la misma metodología que define el IVL Swedish Environmental Research Institute, una batería reutilizada sin modificación de la envolvente podría llegar a tener una reducción del impacto en emisiones de CO2 del 75% para un mismo número de ciclos de operación (se compara el impacto de una batería nueva con 4000 ciclos de operación frente a dos baterías de segunda vida, con 2500 ciclos estimados para alcanzar los 4000 ciclos). Y considerando una batería que incorpore un proceso de desmontaje y trabajo con módulos se podría alcanzar una reducción del 50% en las emisiones, igualmente asegurando un mismo número de ciclos.

Y no se trata únicamente del impacto en gases de efecto invernadero, si no que a través de esta reutilización se alarga la vida útil de un activo consiguiendo amortizar el impacto de la extracción de materias primas.

Jeremy Rifkin en una entrevista reciente exponía el cambio de paradigma relacionado con la aportación de soluciones locales a problemas locales. “[…] debemos tener una relación distinta con el planeta. Cada comunidad debe responsabilizarse de cómo establecer esa relación en su ámbito más cercano. Y sí, tenemos que emprender la revolución hacia el Green New Deal global, un modelo digital de cero emisiones; tenemos que desarrollar nuevas actividades, crear nuevos empleos, para reducir el riesgo de nuevos desastres. La globalización se ha terminado, debemos pensar en términos de glocalización. Esta es la crisis de nuestra civilización, pero no podemos seguir pensando en la globalización como hasta ahora, se necesitan soluciones glocales para desarrollar las infraestructuras de energía, comunicaciones, transportes, logísticas etc.».

Desde BeePlanet estamos convencidos que la segunda vida de las baterías es más que un modelo sostenible ambiental, ya que se posiciona como un vector de negocio que contribuirá al desarrollo del tejido industrial del sector del almacenamiento en España.