Las baterías de segunda vida que provienen de vehículos eléctricos se denominan B2U (del inglés Battery 2nd Use). Su aplicación original era la de proporcionar tracción a los vehículos durante su vida operativa. Al acabar esta, todavía mantienen intacta alta capacidad de almacenamiento (70%-80%) por lo que pueden ser perfectamente funcionales en otras aplicaciones, como el almacenamiento de energía estacionaria.
Hay dos motivos principales por los que somos atractivos en el mercado:
- Como baterías de almacenamiento, en su segunda vida no requieren ni las materias primas necesarias -incluyendo materiales complejos y limitados como el litio, níquel, cobalto, cobre, aluminio…- ni generan las emisiones de carbono que requeriría una batería nueva para su misma aplicación.
- Estudios propios en centros tecnológicos reputados demuestran que, en las condiciones recomendadas de uso, pueden funcionar con resultados óptimos durante 2.500-3.000 ciclos. Teniendo en cuenta que son baterías de automoción, diseñadas para funcionar en condiciones muy exigentes con garantía de calidad y seguridad.